Si el momento de vender tu propiedad ha llegado, te recomiendo que des una lectura a este artículo para que de una vez te convenzas que contratar a un agente inmobiliario es la mejor decisión que puedes tomar.
Conocimiento especializado
El rango de conocimientos que maneja un agente inmobiliario especializado es muy amplio. Desde el dominio legal por el manejo de una propiedad, procedimientos jurídicos, marketing especializado, conocimiento del estado del mercado, entre otros.
Este manejo de conocimientos y además, el desarrollo de actividades blandas que debe profesionalizar el agente inmobiliario para poder liderar un proceso de venta entre personas totalmente diferentes, es todo un paquete que se aprende con el tiempo y mucha capacitación.
Por el contrario, un propietario que sale solo a vender su propiedad va a enfrentar diferentes situaciones que lo pondrán en desventaja, no únicamente por carecer de conocimientos, sino porque su posición de propietario lo ata a asumir una postura parcializada y lo pondrá en el centro de ataque por los postores.
Desapego emocional
La venta de tu propiedad es un negocio jurídico, objetivo y frío. El pretendiente con mayor propuesta económica será finalmente el nuevo propietario. Si así lo consideras, entonces debes dejar de tratar a tu inmueble como un objeto sentimental.
Un inmueble no necesita a un familiar que las haga de madre o padre sustituto porque manejará la propiedad emocionalmente, necesita a un profesional que lo trate con firmeza, respeto y cálculo.
Una prueba fehaciente de este trato emocional lo podemos advertir cuando, por ejemplo, el propietario alega el increíble esfuerzo que se dedicó en la construcción de determinado espacio, o cuando hace la atingencia que determinado ambiente vio a 3 generaciones de familias crecer. Evidentemente, estos argumentos no añaden ningún valor para el comprador porque no es quién los ha vivido, por el contrario, denotan apego, rechazo e inseguridad en dejar la propiedad.
Además, usar este valor emocional para determinar el precio de la propiedad es un grave error. Una propiedad vale por la zona en la que se encuentra, la medida del predio, su forma, la construcción y sus acabados, pero valorados objetivamente. De otra forma, la propiedad se desprestigiará y solo al pasar los años se venderá por un precio menor del que realmente es.
Trato profesional
Un buen agente inmobiliario va a saber intermediar las relaciones «propietarios-compradores» de forma tal que el resultado sea beneficioso para ambas partes.
Cuando decimos trato profesional, nos referimos a todas aquellas herramientas que utiliza el agente inmobiliario para lograr obtener la mejor disposición de diálogo y comprensión entre las partes, liderar un buen proceso de negociación, y finalmente ser lo suficientemente diligente para superar todos los contratiempos y dificultades en el proceso de venta.
Es usual, cuando el vendedor es el propietario, tener en primer lugar a familiares, vecinos y amigos pugnando por un precio más bajo, muchas veces apelando a la amistad o los lazos de familia. Este escenario es, indudablemente, muy incómodo para los propietarios, y si no se toma la precaución del caso, puede terminar en un remate anticipado.
Todos estos roces, complicaciones de trámites, e inseguridades de ambos actores pueden traer consigo el fracaso de una compraventa, además del cansancio, molestia y algunas amistades perdidas; por ello es sustancial contar con un profesional imparcial, y mejor aún si no tiene relación de parentesco o afinidad con alguna de las partes.
Economía
Contrariamente a lo que se piensa, mi posición es que contratar a un agente inmobiliario sale más barato que no tenerlo. ¿Por qué?
Para empezar, va a iniciar un trabajo especializado y oneroso a costo cero. Puede ser que al inicio de una venta, el propietario se encuentre en dificultades económicas y no pueda afrontar todo lo que implica gastar en publicidad, documentos y asesoría legal. En esta situación no hay nada más conveniente que firmar un contrato y dejar que la inmobiliaria asuma todos los gastos por el tiempo establecido en el contrato, y solo reembolsarle cuando se tenga al comprador esperado.
Asimismo, el contar con un agente inmobiliario nos va a liberar de realizar las visitas, dar información, actualizar los documentos, y estar al tanto de cada persona que se comunica con un mínimo de interés. El tiempo y la paciencia son bienes que no tienen precio. La diferencia es notable, y si uno se pone a hacer cuentas, va a llegar a la conclusión que sale a cuenta contratar a un agente inmobiliario.
Sugerencias para elegir a un agente inmobiliario
1. Asegúrate que esté formalizado. Actualmente los agentes están obligados a llevar un curso de especialización para obtener un código otorgado por el Ministerio de Vivienda.
2. Solicítale un Plan de marketing que haya realizado en una propiedad anterior. Un buen trabajo saldrá a la vista.
3 Si responde bien a algunas preguntas sobre el funcionamiento del mercado, precios de inmuebles, etc. La experiencia siempre saldrá a relucir.
FUENTE: LP Pasión por el Derecho
Por Nalú Luna Mirano
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Mariella Ames T.
Agente Inmobiliario Comercial
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